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La experiencia a la que se refería, la tenía como profesor en
Alemania, pero no como profesor en un país que aún no era mi
segunda patria.
Gracias a este consejo de Irma, ahora también formo parte de la
comunidad Goethe. Más enriquecido por muchas experiencias y
ahora conectado a ambas culturas - así al final llamé la atención
de esta gran institución.
Mirando hacia atrás puedo decir que Irma nos ha allanado
muchos caminos a mi mujer Mercedes y a mí, especialmente en
nuestro primer año en la aldea alemana.
Fue nuestro sustituto familiar en las Sierras de Córdoba, con el
tiempo se convirtió en nuestra "abuela postiza", como ella solía
decir, y nos formó como personas; al igual que probablemente
formó a muchos de sus alumnos como antigua profesora de la
Goethe. No en vano la elegimos también como nuestra testigo
de casamiento.
La noticia de su repentino fallecimiento nos ha afectado
profundamente.
Estamos infinitamente tristes, pero le agradecemos los
momentos en los que alegró nuestras vidas y las de muchas
otras personas: familiares, amigos, alumnos y colegas. Hasta el
final estaba llena de energía y de planes.
El cielo ahora tiene un ángel más - y seguramente un ángel muy
activo que encanta a las esferas celestiales con su forma de tocar
el acordeón.
Irma, trataremos de afrontar con serenidad tu pérdida. ¡Hasta
siempre!
