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Los niños participan en la decoración de su sala, en las ventanas
se ven árboles y adornos, se escuchan cuentos y relatos mágicos,
se generan espacios de introspección y reflexión, se conversa
sobre la solidaridad y el valor de la familia, se cantan canciones
que anticipan la emoción por llegar, pero por sobre todo es un
tiempo para compartir, agradecer y celebrar.
La magia de la época de Navidad (Weihnachtszeit) ofrece una
gran oportunidad pedagógica para retomar lo trabajado durante
el año y comenzar a transitar un cierre del ciclo. En las salas, el
arbolito de Navidad permite llevar a cabo diferentes técnicas
para decorar los espacios y continuar desarrollando la motricidad
fina y gruesa.
También es una gran ocasión para
generar ambientes tranquilos en
que los niños puedan escuchar,
atentos y maravillados, nuevas
historias. De esta forma y con las
diferentes canciones que
acompañan este proceso los niños
incorporan vocabulario específico
y enriquecen el ya conocido.
Esperamos que esta época sea vivida y recordada con fantasía, y
que genere en ellos la ilusión para que puedan disfrutar de
celebrar y compartir junto a sus compañeros y docentes.
