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Con su modalidad empática, Maritchu nos invitaba a reconocer y

registrar que el tiempo de Pandemia genera cicatrices pero que

las podemos capitalizar a favor del crecimiento. “El estrés forma

parte de la vida” y como padres necesitamos ver “qué dosis van

tolerando nuestros hijos y acompañarlos para que puedan

tolerar niveles más altos con nuevos recursos”.

Los niños presentan en esta vuelta a la presencialidad signos de

ansiedad, irritabilidad, miedos, pérdida de hábitos… ¿Cómo

ayudarlos a reubicarse, a restablecer pautas, a bajar la ansiedad?

Algunas ideas brindadas por la Lic Seitún:

“Hay situaciones que no se resuelven explicando, sino

estando disponibles, escuchando, repreguntando, ayudando

a pensar y a hablar.”

“Como no queremos que sufran, nos apuramos”. Sin embargo

la clave es: “vamos despacio, que estamos apurados.”

Para fortalecer a los niños necesitamos: “poner límites firmes

y con amor.” Como adultos “explicar y proceder”, sin buscar

“convencer”.

“Acompañarlos a esforzarse, frustrarse y esperar”.

“Establecer rutinas con sentido, que nos organizan a todos y

generan un marco de seguridad”.

Compartir tiempos con los hijos (”más juegos y menos

pantalla”).

Y entre los adultos, buscar espacios para encontrarnos,

intercambiar y confiar: “armar equipo”

Gracias, Maritchu, por habernos ayudado a ampliar nuestra

mirada, a animarnos a buscar rumbos para seguir caminando y

buscando crecer en medio de cada circunstancia.

Lic. Estela Grosso

Equipo de Orientación Escolar Primaria